D. Luis Carandell, “Vivir en Madrid” (1967)
El origen de la receta data de los años 50 y 60 del siglo pasado, y los críticos gastronómicos coinciden en que se creó en la ciudad de Madrid, en los desaparecidos Casa Pellico y La Casona.
La receta de la salsa varía notablemente según la región donde las pidas. En Madrid, la salsa brava clásica que se toma en los bares incluye como ingredientes principales el pimentón ahumado picante, la cebolla, la harina de trigo y el vinagre. Y en el levante español, en cambio, es típico servir las patatas bravas con una combinación de salsas alioli y brava superpuestas. En Valencia incluso es común presentarlo simplemente con un alioli y un espolvoreado de pimentón picante.
Todas estas variaciones son consideradas formas menos ortodoxas de las tradicionales bravas con su salsa al pimentón, pero todas son igual de válidas mientras piquen.
Nuestra salsa cumple 60 años
La receta de nuestra salsa pertenece a esa generación de bares que popularizaron las patatas bravas, es de 1963, y contiene ese sabor típico de las bravas madrileñas que se puede disfrutar también en otros clásicos de la capital como Las Bravas o Los Chicos.
Y para celebrar nuestro 60 aniversario, hemos querido renovar la imagen de la botella buscando ese aire antiguo de aquellos adorables años sesenta. Nos hemos inspirado en las botellas de gaseosa de esa época, con sus ilustraciones sencillas y alegres.
La vieja botella de Nicomedes García
El tamaño manejable del DYC de tres cuartos y su tapón de rosca normal, al que se practica un pequeño orificio, resultan perfectos para derramar de manera cómoda la salsa sobre las patatas humeantes, de modo que la botella reciclada se ha convertido en una de nuestras señas de identidad.
La nueva botella del tapón Retro
Cumplimos 60 años, y para celebrarlo hemos sacado un nuevo modelo de botella. Cambiamos el tamaño a 500ml para hacerla más manejable, conservamos el vidrio por ser el material más sostenible y más saludable para conservar y almacenar los alimentos, y añadimos el tapón mecánico que está en el imaginario colectivo de muchas generaciones de españoles gracias a las míticas botellas de La Casera.
La etiqueta
Para poder dar ese aire antiguo de los años 60 nos hemos inspirado en las botellas de soda de esa época, con sus ilustraciones sencillas, alegres, con algo de humor blanco, fácilmente reproducibles a una sola tinta de serigrafía. Transmitimos una época concreta y reconocible, quitamos hierro al asunto (es una salsa sencilla, solo hay que verterla y disfrutar!) Esto nos hará conectar con los valores de tradición, familiares y bar de toda la vida, que es de donde venimos.
Esa época de la que hablamos tiene su propio tono de voz: juguetón, divertido, ameno y muy cercano. Tiende a hacer rimas o frases que se completan, usar el imaginario popular de los dichos de la calle, dichos que se quedan en la memoria gracias a palabras que ya no se usan tanto y nos resultan nuevas.
Aquí es muy importante conectar con el bar, el lugar de donde es originaria la salsa y este punto es clave: ‘Pica lo justo’ es la típica respuesta de un camarero a ¿cuánto pica la salsa? , ¿es muy brava?… En el reverso habla la salsa en primera persona, porque se está presentando ella y sus características; una manera muy Docamar de hablar porque es la salsa brava más famosa de Madrid